¡APRENDAMOS JUNT@S!

Hay tanto que conocer sobre cómo la violencia afecta a las personas y las sociedades que ningún recurso por sí solo podría pretender abarcar toda la información y todos los datos relevantes sobre el tema. Dicho esto, hemos recopilado información para completar tu comprensión de nuestro programa y su enfoque holístico considerando la gran cantidad de factores culturales, sociales, educativos y financieros que alimentan la normalización de la violencia en todo el mundo.

Actualizaremos esta sección a medida que encontremos más contenido útil, así que por favor sigue revisando este espacio.

Violencia contra la mujer y desarrollo económico en Ecuador

Si bien la preocupación principal en los casos de violencia es obviamente la salud y el bienestar de la víctima, las pérdidas para la economía y el desarrollo social han surgido como otro factor a considerar al evaluar la importancia de trabajar en prevención. Dos estudios diferentes muestran claramente el impacto de la violencia contra la mujer en el desarrollo económico del Ecuador.

“Los costos invisibles de la violencia contra las mujeres para las microempresas ecuatorianas”” del Dr. Arístides Alfredo Vara Horna pinta un panorama desolador de la realidad del país. Según el estudio, el 95% de todas las empresas ecuatorianas son microempresas, y más de la mitad de ellas son propiedad de mujeres. Aunque el empoderamiento financiero –y específicamente el micro emprendimiento– se ha utilizado con éxito como un medio para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y reducir la violencia, este estudio muestra que el 51% de estas emprendedoras todavía son o en algún momento fueron, víctimas de alguna forma de violencia a manos de su actual o anterior pareja. E incluso si se han separado, el ciclo de la violencia no termina: el 61% de las mujeres que viven separadas experimentan violencia y la cifra se eleva al 80% para las divorciadas. Esto conduce a una pérdida de 54 días laborales por mujer al año. En términos estadounidenses, la pérdida de ingresos de $70 por año puede parecer mínima, pero para las mujeres que llegan a fin de mes con un presupuesto reducido, esta cantidad puede ser devastadora.

En empresas grandes y medianas, que generan una parte importante de la actividad económica del país, los continuos estudios del Dr. Vara-Horna han mostrado un impacto económico aún mayor. Su informe más reciente, «El impacto invisible de la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja en las grandes y medianas empresas privadas», publicado a fines de 2019, muestra que las empresas grandes y medianas del Ecuador pierden casi $1.800 millones o 1,65% del PIB a causa de la violencia contra la mujer (VcM).

Sin embargo, lo más revelador de este informe es que, aunque los peores casos de VcM causan la mayor cantidad de días perdidos de productividad a nivel individual, en realidad son las formas más normalizadas de VcM las que causan el mayor efecto total: 49,9% de los costos totales. Cuando se combina con los costos derivados de los testigos, la violencia normalizada en realidad genera el 81,3% de los costos totales. También sorprendentemente, la mayoría de los costos para las empresas en realidad no provienen de las mujeres que son víctimas, sino de testigos y agresores masculinos.

% de costos de VcM en empresas grandes y medianas en Ecuador (2019)

  • Violencia normalizada
  • Violencia grave
  • Violencia creciente
  • Testigos

Violencia contra niños, niñas y adolescentes

 

La violencia contra la mujer se entrelaza con la violencia contra los niños. Muchas veces el maltrato a los niños y la violencia de pareja ocurren en un mismo hogar (Bridging the Gaps). Fuera del hogar tampoco hay seguridad.

Los niños pueden ser víctimas de bullying, enfrentar violencia en la escuela por parte de los profesores, o de sus propios compañeros de aula o escuela o por sus jefes si es que estuvieran trabajando.

Mundialmente, más de la mitad de los niños- alrededor de 1 billón- se ven afectados por violencia física, sexual o psicológica (United Nations).

Estas cifras difieren dependiendo del lugar, pero sigue siendo una plaga alrededor del mundo. Muchos reportes oficiales subestiman la magnitud real de este problema debido a que es difícil medir la violencia en contra de los niños (UNICEF).

En los Estados Unidos el CDC reporta que por lo menos 1 en 7 niños ha experimentado abuso infantil y/o negligencia durante el año pasado. En 2018, cerca de 1,770 niños murieron por causa de abuso y negligencia (CDC).

En Norte América se ha encontrado que por lo general anualmente el 61% de niños entre los 0-17 años ha sufrido abuso físico, sexual o emocional. (PAHO).

En un estudio realizado sobre la violencia en jóvenes, se encontró que, “Los jóvenes de raza blanca tenían el riesgo más bajo de sufrir violencia severa y los jóvenes de origen negro tenían el riesgo más alto comparados con el resto de los subgrupos raciales y étnicos”. (Estrada-Martinez 2010. El mismo estudio (study)  mencionó que la violencia es la segunda causa principal de muertes dentro de la población Latina. 

La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (The Pan American Health Organization and World Health Organization) arrojó una cifra similar para Latinoamérica, el Caribe y México (LAC) encontró que un estimado 58% de niños habían sufrido violencia.

Estos hallazgos muestran que la mayoría de los niños en América están sufriendo de abuso y LAC es reconocida como una de las áreas geográficas más violentas para la gente joven. (Violence against children in LAC).

Estas altas cifras son similares a las reportadas en Ecuador. El Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (The National Council for Intergenerational Equality) reportó las siguientes estadísticas:

33% de niños y adolescentes dicen haber sido agredidos por sus padres;

47% de los padres usan el castigo físico como forma de “educación”;

4 de cada 10 niños han sufrido maltrato extremo;

de cada 10 víctimas de abuso sexual, 6 son niños. 

Fundación Azulado, una ONG muy respetada sobre estos temas también establece estadísticas alarmantes en Ecuador.

  • La violencia es una de las diez causas principales de muerte en niños y adolescentes.
  • El 39.9% de los niños entre 6 y 17 años han sido abusados físicamente por sus padres como primera opción de corrección educativa.
  • 1 de 4 niñas y 1 de 6 niños son abusados sexualmente antes de llegar a la edad de 18 años.
  • En el 93% de los casos el abusador es un pariente o alguien cercano a la familia.

Proteger a los niños de esta violencia es crucial para su bienestar y puede tener efectos sobre su salud y desarrollo para el resto de sus vidas.

Un informe sobre la violencia en contra de los niños encontró que, “El abuso infantil parece ser común en las escuelas, dentro de las familias y en el trabajo si es que lo tuviere,  indicando poco respeto por la infancia y falta de consideración por el hecho de que los efectos de una infancia violentada o víctima de la negligencia son a menudo devastadores y puede que solo se manifiesten en la edad adulta.

El Informe de Pediatría  de la UNICEF (A Pediatrics journal) concluyó que existen también consecuencias físicas a largo plazo al establecer que: “Las experiencias tempranas de violencia en los niños pueden traer daños permanentes a niveles básicos de los sistemas nerviosos, endocrinos e inmunológicos y pueden hasta influir en una alteración genética del ADN”.

Adicionalmente un reporte de Estadísticas de Abuso (a report ) sobre experiencias adversas en la infancia (abreviado como ACE) establece, “Los individuos que reportaron seis o más ACE tenían un promedio de expectativa de vida dos décadas más cortas que aquellos quienes no reportaron ningún ACE.”

La violencia en contra de los niños no solo los afecta en sus años más formativos, sino que puede continuar haciéndoles daño durante su vida entera.

La Fundación Pa’Arriba tiene como objetivo contribuir con las pautas INSPIRE establecidas por el Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia contra los niños (The Global Status Report on Preventing Violence Against Children 2020 ) para acabar con la violencia contra los niños.

Estamos trabajando para cambiar las profundas normas sociales que llevan hacia la violencia contra todas las personas incluyendo los niños con objeto de ponerle un ALTO a la violencia desde lo más temprano posible. Trabajamos con las comunidades a través de círculos de diálogo, creamos alianzas con instituciones para hacer concientización sobre este tema y obtener capacidad de respuesta y llamar la atención hacia la normalización de los roles de género tóxicos.

VIOLENCIA CONTRA LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE MOVILIDAD HUMANA

Por Lesly Gissell Zhicay

 

El término «personas en tránsito»  o en «situación de movilidad humana» sirve para englobar a los migrantes y refugiados que se desplazan temporalmente de un lugar a otro, pero que no se definen permanentemente por sus condiciones.

Podemos desglosar aún más estos términos con la ayuda del Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (United Nations High Commissioner for Refugees), que explica que los refugiados son personas que huyen de un conflicto armado o de la persecución, mientras que los migrantes son aquellos que están en tránsito hacia otro país para mejorar sus condiciones de vida.

El estudio «Migrantes en tránsito por México hacia Estados Unidos: Experiencias con la violencia y factores relacionados, 2009-2015»

(“Migrants in transit through Mexico to the US: Experiences with violence and related factors, 2009-2015”)  informa de que la violencia a la que se enfrentan los migrantes nunca se detiene, sino que prevalece a lo largo de su viaje. Comienza en sus países de origen -donde suele ser una de las principales razones para huir- y continúa en su viaje hacia otro país. Incluso una vez que han llegado a su destino, viven con el miedo a la deportación todos los días.

Lamentablemente, aunque la mayoría de los migrantes son muy conscientes de las condiciones de violencia a las que serían sometidos en cada etapa, siguen emprendiendo su viaje, buscando el mal menor. La violencia no es ni inusual ni inesperada, debido a que se ha normalizado y trivializado, no se denuncia en gran medida, hasta el punto de que el mismo estudio descubrió que sólo una de cada diez personas que sufrieron algún tipo de violencia denunció el hecho a una autoridad u organización de derechos humanos.

Los migrantes se enfrentan a menudo a una pérdida total de sus derechos humanos cuando están en presencia de diferentes autoridades. La violencia sufrida incluye abusos físicos, verbales o psicológicos y la gravedad va desde los insultos hasta las lesiones e incluso la muerte.

El estudio informa además de que el 20,37% de los migrantes mexicanos en EE.UU. experimentaron algún tipo de violencia en al menos uno de los dos países. Al menos el 41% de los migrantes que fueron víctimas de la violencia en EE.UU. requirieron asistencia médica. Estas violaciones a menudo no son resueltas por las autoridades responsables de la migración, ni la de los derechos humanos o de la seguridad municipal, estatal y federal, debido principalmente a que lo más probable es que estas autoridades sean las que cometan las transgresiones.

Los refugiados suelen sufrir experiencias traumáticas similares. Un reporte de  Salud de los Refugiados (Refugee Health) informa que: antes de verse obligados a huir, los refugiados pueden experimentar el encarcelamiento, la tortura, la pérdida de bienes, la desnutrición, las agresiones físicas, el miedo extremo, la violación y la pérdida de los medios de subsistencia. Mientras están en tránsito o movilidad, los refugiados suelen ser separados de sus familiares, robados, obligados a infligir dolor o a matar, a presenciar torturas o asesinatos, y/o a perder a familiares o amigos cercanos y a soportar condiciones ambientales extremadamente duras. UNICEF  también informa de que los niños y las mujeres son especialmente susceptibles a la violencia en los centros de acogida temporal, donde las familias suelen estar varadas hasta dos años.

Un estudio sobre los niños refugiados en Italia reveló que tres cuartas partes de los niños declararon haber sido retenidos contra su voluntad u obligados a trabajar sin remuneración.

El problema continúa justo en el patio trasero de Estados Unidos, como demuestra la devastadora política de inmigración (2017-2021) que separó a los niños de sus padres en la frontera con México y que ha provocado la pérdida de los lazos familiares de cientos de niños, y la actual administración estadounidense se ha comprometido a formar un grupo de trabajo para reunirlos.

El New York Times informa que cerca de 3.000 niños migrantes fueron separados de sus padres durante la vigencia de la política de tolerancia cero de la administración de Trump; cientos de niños aún no han sido encontrados.

En Ecuador, la  Agencia de la ONU para los Refugiados (UNHCR) informa que por cada día ingresaron casi 2.000 venezolanos a Ecuador en 2019. Estas 730.000 personas representan un número significativo de los 3,6 millones de venezolanos que huyeron de su país ese año y aproximadamente el 1% de los 79,5 millones de refugiados del mundo en 2019.

Como informa el New York Times, los venezolanos se enfrentan a una crisis humanitaria que ha provocado una importante escasez de alimentos, agua, electricidad y medicamentos. Sin embargo, la vida en Ecuador no es más fácil, ya que muchos se enfrentan a una situación irregular y no pueden obtener acceso a los servicios sociales, incluyendo la salud, la educación y la vivienda. No les ha sido fácil encontrar trabajo y muchos se han visto obligados a ganarse la vida como vendedores informales en las calles de la ciudad.

Estas condiciones precarias tienen muchos costes para los refugiados. Es habitual que se conviertan en víctimas de la violencia sexual y de género, la discriminación y la xenofobia. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (United Nations High Commissioner for Refugees)  describe la violencia sexual y de género durante el ciclo de los refugiados como ataques sexuales, coerción, extorsión por parte de personas con autoridad, abuso sexual de niños separados en centros de acogida, violencia doméstica, agresión sexual cuando se encuentran en instalaciones de tránsito, sexo para sobrevivir/prostitución forzada y explotación sexual de personas que buscan un estatus legal en el país de asilo o acceso a asistencia y recursos.

De cara al futuro, Organización Internacional de Refugiados (Refugees International) recomienda que Ecuador se atenga a su Constitución, que protege los derechos de los migrantes y los refugiados. Las campañas contra la xenofobia que combaten la discriminación y la retórica antimigrante son cruciales, así como la necesidad de encontrar formas de integrar a los refugiados en el tejido social y las comunidades existentes.

VIOLENCIA EN CONTRA DE LA COMUNIDAD LGBTQIA+

Elaborado por: Victoria Guevara

Una de las poblaciones vulnerables al enfrentar violencia es la comunidad LGBTQIA+ . Pero quiénes la conforman y por qué están agrupados juntos? 

Que es LGBTQIA+?

Para comenzar, debemos considerar el sexo, la sexualidad y el género como diferentes y no relacionados entre sí. De acuerdo con la Asociación Médica Americana (American Medical Association): “El sexo se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. El género se refiere al continuo de complejas auto percepciones, actitudes y expectativas psicosociales que se tienen acerca de los miembros de ambos sexos”.

En otras palabras, el sexo es biológico y el género es social, algo que los humanos hemos escogido definir de ciertas formas. Por otro lado, la sexualidad u orientación sexual es la manera como se vivencia la atracción sexual y romántica. (Si es que se da). (Healthline). El artículo «Espectro de Género» (Gender Spectrum) explica ésto de la siguiente manera: “El género es personal (la forma como nos vemos a nosotros mismos), mientras que la orientación sexual es interpersonal (hacia quiénes nos sentimos física, emocional y/o románticamente atraídos)”. Ambos conceptos están incluídos porque representan personas que difieren de lo que es considerada la mayoría, en este caso, heterosexual y cisgénero (definido abajo).

El acrónimo LGBTQIA+ incluye muchos grupos, y tal como lo establece la University of Illinois éstos son: “»Comunidad lesbiana, gay, bisexual, pansexual, transgénero, genderqueer, queer, intersexual, agender, asexual y aliada».

Se puede notar que no todas estas palabras tienen su inicial en el acrónimo y ésto es debido a que hay nuevos grupos que se han identificado y agregado a la comunidad con el paso del tiempo. El signo más al final es representativo de otros que no cabrían dentro de estas categorías pero que se siguen identificando como algo diferente a heterosexual o cisgénero.

 Vamos a revisar un poco el significado de todo este vocabulario:

Cisgénero significa que la persona se siente cómoda con el género que le asignaron al nacer basado en su sexo biológico y las expectativas sociales asociadas con la expresión de ese género (University of Illinois). 

Alguien que es cisgénero no se cuestiona su género si no que encuentra concordancia con lo que siempre ha sabido y oído de otros acerca de sí mismo. Sin embargo, existen también muchas condiciones en las que la anatomía reproductiva no encaja con las definiciones típicas de hombre o mujer y ésto es lo que se llama intersexo (Intersex Society of North America). 

Ser intersexual se ha visto como una variante natural dentro del sexo biológico en los humanos, pero socialmente lo hemos categorizado diferente de hombre o mujer.

Alguien que es transgénero se da cuenta de que el sexo biológico con el que nació no concuerda con su género y se les considera una persona a gender variant person (University of Illinois). Este término, al igual que otros, debería considerarse como parte de un espectro en lugar de tratar de encajarle en ideas precisas. Gender Spectrum establece que: “La relación entre el género de una persona y su cuerpo va más allá de sus funciones reproductivas. Investigaciones realizadas en neurología, endocrinología y biología celular apuntan a que existe una base biológica más amplia relacionada con la experiencia de género que tiene un individuo. Como ejemplos hay personas que no están conformes con su género, otras son no binarias, otras fluidas en su género y otras two-spirit.

Estos son algunos de los rótulos utilizados para explicar conceptos de género, pero cada persona tiene una experiencia individual y una forma de pensar acerca de sí mismo.

Para describir la orientación sexual que es la forma de describir a la gente hacia la que uno se siente atraído, esta comunidad lo hace en términos del género de la persona. Las definiciones encontradas en  Healthline, son las siguientes:

  • Lesbiana es una mujer o persona identificada como mujer quien experimenta una atracción sexual, romántica o emocional hacia personas de su mismo género o género similar. 
  • Gay es un término que describe a individuos quienes experimentan una atracción sexual, romántica o emocional hacia personas de su mismo género o género similar . Es un término más utilizado por los hombres, pero también por mujeres.
  • Bisexual describe a aquellos que experimentan atracción por personas de más de un género. 
  • Pansexual se refiere a personas quienes pueden sentir atracción por cualquier persona sin importer su género, sexo o sexualidad.
  • Queer reconoce que la sexualidad es un espectro en oposición a una colección de categorías independientes y mutuamente exclusivas así que puede aplicar a cualquiera que no es exclusivamente heterosexual.
  • Asexual incluye a aquellos individuos que no experimentan atracción hacia ninguna persona de ningún género.

Existen otros términos para otras formas de sexualidades además y esta es una lista corta. Para una explicación más detallada de la terminología LGBTQIA+ favor mirar este artículo Healthline .

Cómo se ven afectados los miembros de la comunidad LGBTQIA+ por la violencia? 

A menudo, cuando pensamos en violencia-particularmente la violencia de género- nuestro enfoque se dirige hacia las mujeres cisgénero. Y aunque éste es un problema importante con arraigados problemas estructurales sociales, los problemas de violencia afectan numerosas poblaciones vulnerables incluyendo la comunidad LGBTQIA+.Los individuos de estos grupos a menudo son acosados, algunos poseen menos derechos civiles (tal como el derecho a casarse) y muchos pueden ser asesinados solo por ser lo que son.

Las estadísticas comprueban esta situación desproporcionada. En los Estados Unidos, por ejemplo, “Se estima que la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero y queer conforma el 4.5% de la población.

Desafortunadamente según un recién informe del FBI también forman parte del 18.5% de las víctimas de los crímenes de odio” (NBC). En Latinoamérica y el Caribe de acuerdo con Reuters, “Cuatro personas LGBT+ son asesinadas a diario […].  Por lo menos 1,300 personas LGBT+ han sido asesinadas en la región en los últimos cinco años con casi cerca del 90% de las muertes habiendo ocurrido en Colombia, México y Honduras.

Las cifras mostraron que la mayoría de las víctimas fueron hombres jóvenes gay entre los 18 y 25 años quienes más a menudo eran asesinados en sus casas, seguidos de mujeres transgénero asesinadas en la calle”.

Adicionalmente, en un Reporte Brasil  (in a report on Brazil) se encontró que, “Brasil registra entre 300 y 350 asesinatos homofóbicos al año. Sin embargo, se cree que ocurren unas 500 muertes adicionales al año en las cuales erróneamente la sexualidad no se reporta como motivo de asesinato.

Esto por lo general es debido al desinterés -y a menudo hostilidad- por parte de la policía. Algunas veces los parientes de los difuntos escogen no reportar el asesinato como homofóbico por verguenza”. 

En Ecuador, de acuerdo a Reutuer’s article, “En el año 2019 hubo 16 asesinatos o muertes violentas involucrando personas LGBTQ+ siendo la mayoría de las víctimas mujeres transgénero. Rodriguez, la primera mujer trans elegida para la Asamblea Nacional de Ecuador dijo que la legalización el año pasado del matrimonio entre personas del mismo sexo en este país conservador y principalmente católico pudo haber tenido ‘un impacto negativo’”.

De acuerdo con el INEC ( Ecuador’s National Institute of Statistics and Census)  del total de la población LGBTI entrevistada, un 70.9% reportó que sufrían algún tipo de discriminación en su entorno familiar, un 72.1% sufría algún tipo de experiencia controladora, 74.1% experimentaban algún tipo de imposición, 65.9% sufrían rechazo y 61.4% violencia.”

A través de un estudio de SCIELO.com ( A study) sobre la incidencia de violencia física en la población LGBT+ en Ecuador encontró que el “50% de los encuestados (miembros de la comunidad LGBTQ+ ) habían sido asaltados siendo los transexuales de baja educación los más afectados”.

La Fundación Pa’Arriba busca disminuir la violencia que enfrenta este grupo facilitando la comunicación entre grupos de diferentes personas, aumentando el entendimiento y la compasión entre las personas y ofreciendo recursos a aquellos enfrentando violencia. No es necesario estar de acuerdo con el estilo de vida de alguien para brindarle respeto

Si está interesado en leer más acerca de nuestro trabajo y misión, presione aquí  (here). Si quiere compartir sus propias experiencias con nosotros o leer acerca de las experiencias de otros presione aquí (here).

Tod@as son bienvenid@s!

Para más información sobre violencia contra la comunidad LGBTQIA+ en los Estados Unidos, Latinoamérica y Ecuador por favor visite …

Understanding GenderGender Spectrum

LGBT+ murders at ‘alarming’ levels in Latin America – study

LGBTI |

Incidencia de la violencia física en la población LGBT en Ecuador

LGBTQIA+ Resources for United States (youth/ educators/ parents): LGBTQ Youth Resources | Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender Health

¿Cómo se piensa lo “queer” en América Latina? Presentación del Dossier

VIOLENCIA CONTRA LOS HOMBRES

Elaborado por: Lesly Zhicay

La violencia doméstica puede darse de muchas formas, como el abuso emocional, sexual y físico, el acoso y las amenazas de abuso en las relaciones heterosexuales o del mismo sexo.

La Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica (National Coalition Against Domestic Violence) informa de que 1 de cada 4 hombres ha sufrido abusos físicos por parte de su pareja y 1 de cada 10 hombres en Estados Unidos ha sufrido violación, violencia física y/o acoso por parte de su pareja.

Es importante que reconozcamos que los hombres pueden ser víctimas sexuales de las mujeres, incluso ser forzados a tener relaciones sexuales contra su voluntad.

El artículo América Latina, se habla poco de la violencia de género contra los hombres  (“In Latin America, Gender-Based Violence Against Men is Little Talked About”) analiza las distintas formas de violencia que pueden sufrir los hombres. Entre ellas, la humillación, el aislamiento familiar y social, el abuso económico, los celos infundados, la indiferencia emocional e incluso las sentencias de divorcio que pueden constituir una violencia psicológica para los hombres cuando tienen dificultades para mantener los vínculos afectivos con sus hijos.

Sin embargo, el Consejo de Asuntos Hemisféricos  (Council of Hemispheric Affairs)  informa que ante el rígido machismo que se impone a los varones latinos, casi ninguna víctima masculina denuncia casos de violencia doméstica en América Latina.

El machismo pone una fuerte expectativa en los hombres para ejercer su dominio y juega un papel popular en la cultura latinoamericana. La CHA explica además que los graves índices de pobreza y la falta de opciones laborales pueden emascular a los hombres latinos y llevarlos a utilizar a sus esposas como chivos expiatorios en un intento de desplazar su frustración y sus sentimientos internos de indignidad.

Los estereotipos de género tradicionales nos hacen creer que la fuerza y el tamaño de un hombre deberían significar que son capaces de defenderse. Estos estereotipos hacen que a muchos les resulte difícil creer que un hombre pueda sufrir violencia de pareja. Estos estereotipos también tienen graves ramificaciones, ya que es menos probable que los agentes de policía, los profesionales de la salud y los servicios de apoyo del tercer sector pregunten a los hombres sobre todas las formas de abuso que pueden experimentar, y también es menos probable que los hombres revelen esta información por miedo a la incredulidad, la vergüenza o la angustia.

Además la investigación de Violencia Doméstica  (research)  también han demostrado que las víctimas masculinas no denuncian su victimización porque creen que los demás no pueden ayudarles a resolver sus conflictos internos.

Por lo tanto, es menos probable que busquen ayuda y apoyo. Es importante que sigamos educando sobre la violencia de pareja que puede ocurrir a cualquiera de las partes.

VIOLENCIA Y EFECTOS ECONÓMICOS EN EL EMBARAZO ADOLESCENTE

Elaborado por: Victoria Guevara

El embarazo en la adolescencia es un problema importante en Ecuador y en todo el mundo; es muy probable que sea resultado de la violencia sexual que puede dar lugar a complicaciones de salud infantil y materna, incluida la muerte y también tiene importantes costes económicos y sociales.

Cada año se producen al menos 10 millones de embarazos no deseados entre las adolescentes de 15 a 19 años en el mundo en desarrollo según la OMS (WHO).

Por lo general, los embarazos en adolescentes tienen más probabilidades de producirse en comunidades marginadas. Esto suele estar motivado por la pobreza y la falta de oportunidades de educación y empleo OMS (WHO), pero también por la violencia sexual hacia las menores. Los datos de UNICEF (Data reported by UNICEF) afirman que los responsables más frecuentes de la violencia sexual se encuentran en la familia, en los centros educativos y en los lugares cercanos.

La violencia no se detiene ahí, ya que las niñas que se quedan embarazadas antes de los 18 años también tienen más probabilidades de sufrir violencia dentro del matrimonio o la pareja  (WHO).

Las tasas de embarazo adolescente varían a nivel mundial, pero son elevadas en los países de América Latina y el Caribe. Estos países tienen una tasa de maternidad adolescente superior al 12%, compuesta en la mayoría de los casos por adolescentes con menores ingresos y con un nivel educativo más bajo CEPAL (ECLA).

En 2010, se constató que las tasas de maternidad adolescente entre las mujeres de 15 a 19 años eran del 12,5% en América Latina, y del 16,9% en Ecuador (ECLA). Además del devastador coste humano inmediato de estos embarazos, los efectos duraderos de las oportunidades perdidas por un embarazo adolescente perpetúan el daño causado.

Una de las principales consecuencias es que las niñas abandonan la escuela y cambian sus planes de vida. Aunque en algunos lugares se están haciendo esfuerzos para que puedan volver a la escuela después del parto, esto puede poner en peligro las futuras oportunidades de educación y empleo de las niñas OMS (WHO). Si no pueden volver para completar su educación o adquirir experiencia laboral, también es probable que tengan dificultades, ya que tendrán menos capacidades, habilidades y oportunidades para entrar en el mercado laboral (UNICEF). La diferencia es significativa, con una brecha de ingresos del 23% entre las que fueron madres en la edad adulta y las que lo fueron en la adolescencia (El Comercio).

Los costos económicos se suman y afectan al país en su conjunto, tanto por las pérdidas de las mujeres que quedan fuera del mercado laboral como por los costos de atención médica y tratamiento de los embarazos adolescentes.

Según un estudio de UNICEF (study by UNICEF), en 2017, el costo de oportunidad relacionado con los ingresos del embarazo adolescente y la maternidad temprana fue de 132 millones de dólares. En cuanto a los costes de la atención sanitaria, si se suman a la pérdida productiva por las muertes maternas de las adolescentes, suponen una pérdida de 82,5 millones de dólares en un año.

Para ese mismo año, la pérdida económica estimada por la suma de los efectos sobre la productividad fue de 186,8 millones de dólares. El estudio de UNICEF (study) concluye que el costo económico y social de la omisión de servicios de salud sexual y reproductiva alcanza los 472,9 millones de dólares, el equivalente al 0,45% del PIB anual de Ecuador.

LENGUAJE INCLUSIVO; DEBATES, PRONOMBRES, X, E, @

 Elaborado por: Victoria Guevara 

Si has visto palabras como Latinx y Latine en lugar de Latino o Latina, o te has dado cuenta de que alguien ha cambiado la humanidad por el género humano, entonces has sido testigo de ejemplos de lenguaje inclusivo.

El lenguaje inclusivo, según el diccionario (dictionary), es «un lenguaje que evita el uso de ciertas expresiones o palabras que podrían considerarse excluyentes para determinados grupos de personas». Dado que el lenguaje cambia constantemente, al igual que la cultura, el lenguaje inclusivo se esfuerza por mantenerse actualizado y respetuoso con todas las personas. Sin embargo, el problema surge cuando las comunidades y los individuos no se ponen de acuerdo en una única y mejor alternativa, y puede resultar confuso para los demás que tratan de aprender lo que es realmente «mejor» para dirigirse a diferentes personas.

El lenguaje inclusivo ayuda a que las personas se sientan más bienvenidas y vistas, especialmente los grupos poco representados o desfavorecidos, como las minorías raciales y étnicas, los miembros de la comunidad LGBTQ+ o las personas con discapacidad según la Universidad de Rider. (Rider University).

Incluso se ha descubierto que ayuda a reducir la discriminación de género (reduce gender-based discrimination) contra las mujeres y otras minorías de género al reducir los estereotipos de género. Online.rider.edu  (Some) afirman que, dado que el lenguaje es muy poderoso, es necesario utilizar el lenguaje correcto para detener la propagación de los prejuicios, la discriminación y la violencia contra los grupos e individuos marginados.

Un ejemplo de ello sería eliminar y condenar cualquier insulto racial del vocabulario propio, ya que tiene una carga muy negativa y puede sustituirse por la terminología adecuada y respetuosa para alguien. Sin embargo, el lenguaje y la cultura pueden cambiar rápidamente, y puede que no esté claro qué es y qué no es apropiado. En los casos en los que uno no esté seguro de qué decir, lo mejor es preguntar. Como afirma un artículo de la Universidad de Rider (Rider University), «las preferencias varían entre los individuos, y cuando se trata de ser respetuoso, es mejor no hacer suposiciones».

Algunos argumentan que cambiar un idioma de esta manera no es natural, y en realidad es una falta de respeto y un borrado de la cultura (disrespectful and erasing culture). Esto se ve con Latinx o Latin@ (“Latino, Latina, or Latinow”), ya que puede ser difícil saber cómo se pronuncia («luh-TEE-neks» y «Latino, Latina, o Latinow»). Esto incluso puede ser visto como un «anglicismo de la lengua española» (Anglicizing the Spanish language), y la palabra fue rechazada en 2018 (the word was rejected in 2018) por la Real Academia Española, la fuente oficial sobre la lengua española.

Latinx es un término que se está utilizando más entre los hispanoamericanos, pero no todos los latinos se ven reflejados en Latinx (not all Latinos see themselves reflected in Latinx) y para algunos puede sentirse como una distracción de otros problemas más acuciantes dentro de la comunidad. Danyeli Rodriguez Del Orbe considera que el término Latinx es frustrante porque ha centrado la idea de latinidad en los latinos blancos. Afirma: «Es necesario cuestionar e interrogar realmente lo que significa ese término, y cómo ha borrado a los indígenas y a los negros de la conversación», dijo, «y al mismo tiempo entender que ahora mismo -basándose en cómo Estados Unidos ha utilizado este término para distribuir recursos para ‘priorizar a nuestras comunidades’- es un término que también es necesario políticamente, hasta que esos sistemas de, digamos, recursos o de representación empiecen a cambiar».

También ha habido un debate común sobre el uso de «womxn» o «womyn» en lugar de «mujeres», y muchos piensan ahora que la opción real más inclusiva es decir simplemente «mujeres». La idea original de utilizar un término alternativo surgió en los años 70, «para evitar el sexismo percibido en la ortografía estándar, que contiene la palabra «hombre» (“to avoid perceived sexism in the standard spelling, which contains the word ‘man’”). Sin embargo, el término alternativo es utilizado ahora por algunos para incluir a las mujeres trans, lo cual es bastante excluyente, ya que hacer una distinción significa no considerar a las mujeres trans como mujeres (not viewing trans women as women). Esta es una de las formas en que el lenguaje inclusivo puede salir mal, ya que el concepto original de una palabra se ha tomado para significar otra cosa. Esto deja a muchos confundidos sobre lo que deben usar y sin conocer los significados o la historia detrás de estas palabras.

Actualmente, no hay consenso sobre la forma perfecta de utilizar el lenguaje inclusivo, si es que se utiliza. La Fundación Pa’arriba seguirá aprendiendo y escuchando diferentes perspectivas. Esperamos encontrar un equilibrio entre la inclusión de personas y comunidades que suelen estar poco representadas, y no alienar a quienes no están familiarizados o se sienten incómodos con el cambio de lenguaje.

Consulte nuestra lista de fuentes para obtener más información sobre las perspectivas a las que se hace referencia en este artículo.

Fuentes:

TCI

La Terapia Comunitaria Integrativa Sistémica (Terapia Comunitaria Integrativa Sistémica o TCI) nació en 1987 bajo un árbol de anacardo en las favelas de Brasil como una solución de cosecha propia al repunte y complejidad terapéutica de los problemas individuales y comunitarios. El Dr. Adalberto Barreto, psiquiatra, antropólogo y teólogo, en colaboración con su hermano Aiton Barreto, creó una metodología de prevención y promoción de la salud que ha ayudado a millones de personas a crear redes comunitarias sólidas, mejorar la salud física y mental, reconstruir su identidad cultural, y quizás lo más importante, descubrir que tienen la clave para mejorar sus propias vidas. Desde 2006, la metodología forma parte del sistema de salud pública de Brasil como una «práctica complementaria e integradora» oficial y el gobierno ha subsidiado la capacitación de decenas de miles de profesionales para ampliar la cobertura a nivel nacional. En la actualidad, la metodología se utiliza en más de 27 países en varios idiomas.

Las ruedas de diálogo basadas en la TCI ofrecen un espacio grupal pero no son terapias grupales … más bien son una práctica en la que el grupo se ayuda a sí mismo … y por eso pueden usarse en cualquier grupo humano. El género, la raza, el nivel socioeconómico, la educación no son relevantes porque este es un espacio donde las personas se reúnen para compartir sus experiencias de vida en un entorno horizontal y no jerárquico. El conocimiento tradicional de la comunidad une fuerzas con la teoría científica, lo que permite a las personas aprender un@s de otr@s, lo que genera una mayor autoestima y resiliencia en el proceso. Es una verdadera experiencia democrática, donde cada persona aprende a escuchar activamente, sin juzgar, y descubre algo nuevo sobre l@s demás y sobre sí mism@s.

Perla de Inspiración

Nacido del programa de ruedas de diálogo Conversando con la Veci(ndad), el programa Perla de Inspiración recopila las vivencias principales de l@s participantes en las ruedas y presenta estos nuevos conocimientos en formatos pequeños, fácilmente digeribles, aprovechando los poderosos aprendizajes incluso para las personas que eligen no unirse a una rueda.

Una forma rápida y sencilla de abrir tu corazón y tu mente a nuevas formas de ver el mundo.

Las Perlas de Inspiración se han publicado durante más de 2 años en nuestras redes sociales y ahora sirven de inspiración para numerosas campañas de comunicación. Aprende más…

“DE ORUGA A MARIPOSA: DESPERTAR PARA TRANSFORMAR”

UNA CONVERSACIÓN SANA SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Un taller propio e innovador, basado en la música, el arte y el diálogo que aborda el tema de la violencia de género desde una perspectiva fresca, lúdica y acogedora, permitiendo la expresión de sentimientos que a veces no se pueden transmitir con meras palabras. L@s participantes se entregan a su niño interior, derribando barreras y estereotipos y por unos momentos se convierten en artistas empáticos que realmente pueden sentir el sufrimiento de los demás. A través de su propia expresión artística, l@s participantes logran una mejor comprensión de las estructuras y paradigmas culturales que generan la violencia en el día a día y luego se unen para una discusión grupal sobre la forma en que estas actitudes y comportamientos socavan las relaciones de toda la sociedad y cómo ell@s, con sus acciones y palabras, pueden ser parte del cambio.

Estimad@ Lector/a:

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