¡¡Desconéctate!

Perla de inspiración

¡¡DESCONÉCTATE!!

Elaborado por: Lorena Sánchez

Hace una década atrás tuve la oportunidad de vivir en Madrid, España, y nuestra gente allá me enseñó algo poderoso que atesoro profundamente… “Aprender a desconectarse”.

Y si, estamos tan embebidos en nuestras tareas, absortos como abejas en su miel, sin respiro…

Y será que estas actitudes ayudan realmente? ¿cuán cansados podemos estar sino nos detenemos a respirar a la vida?

Incluso el Creador paró el séptimo día y vio que TODO ERA BUENO y descansó.

Esta reflexión nos invita a confiar que todo aquello en lo que dejamos nuestro mejor esfuerzo es Bueno, y por tanto nos merecemos descansar.

¿Has corrido alguna vez alguna carrera de resistencia? ¿acaso si saliste disparado, llegaste bien a la meta? … o en medio del camino te rendiste fundido?

Esa es precisamente la tarea, el mensaje, el consejo del universo… ¡DETENTE a tiempo!, antes que sea demasiado tarde.. acaso, ¿buscas un infarto?, ¿una úlcera sangrante?, ¿un cáncer? ¿una artrosis en tus piernas?, o un matrimonio roto, unas amistades quebrantadas o una familia disfuncional?, ¿dónde está tu mayor atención?

Tal vez suene exagerado, pero hay que detenerse, hay que respirar, porque aún el trecho es largo.

                                                        

¿Por qué desconectarse?

Porque la corriente deja de pasar si la desconectamos… incluso la energía se ahorra si desconectamos de todos los aparatos electrónicos, suena lógico pero el paralelo aplica.

Y tú a qué estás conectado?  al trabajo?, a tus hijos?, a tu pareja? a tus aficiones? O estás tan inmerso a todo que no te das cuenta que todo te absorbió?  ¿Acaso estás conectado a la vida?

Prueba desconectarte, descansa, respira, vive. Ve a un parque, quítate los zapatos y camina en el césped, conéctate con la bendita y generosa naturaleza de la que somos parte y nos nutre con sus productos.

Desconéctate, deja ir lo que ya no va más… Vete, si vete a otro lugar, cambia de aire, refresca tu  mente y volverás más dinámico, más claro, más despierto, con otra óptica y con mayor ánimo y dirás.. ESTO ES BUENO, porque he dado lo mejor, lo merezco!.

Y al día siguiente volverás a empezar, pero ya no serás el mism@,  serás ese otro ser humano que se ha dado el tiempo que tanto necesita para no quemarse en medio de la carrera de la vida, resistirás muchos más kilómetros en la maratón de la existencia e incluso tendrás tiempo para ayudar a otros a tener el coraje de pasar la posta con cariño y sin drama, porque habrás aprendido que solo se recibe cuando las manos quedan vacías…

Date permiso y desconéctate de todo lo que te abruma y sal, respira, conoce, palpa, vive, te tomas un helado y ya… mañana será otro día.