Elaborado por: Jaime Mejía P.
En nuestra rueda de Conversando con la Veci se vuelve recurrente un tema que nos aflige como sociedad y como ser humano, y más aún como representante del género masculino.
Como les comentaba, el problema de violencia hacia la mujer es muy marcado, no por ello que el INEC nos dice que 6 de cada 10 mujeres son atacadas o agredidas de cualquier manera, siendo una cifra muy escalofriante. (https://www.ecuadorencifras.gob.ec/violencia-de-genero/)
Continuando, ¿cómo es posible que la mayoría de agresiones provengan del sexo masculino? ¿Porqué la pérdida de los estribos casi siempre proviene del hombre?. Éstas y muchas preguntas quedan en el tintero tratando de buscar las respuestas correctas, pero no las hay porque la violencia no debería existir dentro del hogar.
Historia de amor
Como en los cuentos de hadas: una chica , como todas, con sueños, aspiraciones, metas por alcanzar, sueñan con lograr una carrera profesional, un futuro lleno de armonía y bienestar, y por qué no? con hijos a lado de un buen ser humano para caminar felices juntos hacia el ocaso de la vida.
Por otro lado, un muchacho con las mismas metas y aspiraciones de lograr un futuro de bienestar y alegría en su vida y también por que no? con hij@s en un hogar estable y que a su vejez haya dejado un legado para sus nietos o posteriores generaciones.
Esta chica «María», un día se cruza en el destino de este muchacho «Juan», el romance toca la puerta de ambos, y así empieza un camino de rosas, mariposas en la panza, flores, llamadas, invitaciones, salidas y el compartir de sus actividades, al punto de NO QUERER SEPARARSE NUNCA!!
Alargando la historia, el tiempo transforma ese enamoramiento en noviazgo. La necesidad de estar uno con el otro es imperiosa y conlleva a que sus pensamientos se vuelquen a un sueño mayor de un proyecto de vida, ESTAR JUNTOS PARA SIEMPRE!!!
Prosiguiendo, el amor es infinito, sus manos se entrelazan y ante toda la familia tanto de uno como del otro se oye un ROTUNDO SÍ ACEPTO! y sus cuerpos se vuelven UNO.
La magia del matrimonio
La convivencia del matrimonio quita las vendas de los ojos y manifiesta las responsabilidades que esto conlleva. El formar un hogar, atender las necesidades básicas de los que le conforman, velar por la salud de todos, cuidarse uno al otro y custodiar la economía familiar.
Se deja de ser singular para ser plural : AMBOS, TODOS .
No sabemos en qué segundo del reloj, las mariposas en la panza se comienzan a morir, las flores se marchitan, las llamadas amorosas se desvanecen, las salidas ya no existen y el compartir se vuelve insoportable.
Mas aún, el fastidio hace presa de los dos, las discusiones son frecuentes. Los atenuantes como el alcohol, la ira, la frustración, la dificultad, el rencor, todos ellos hacen su trabajo. De repente, se oye gritos y una mano llega con furia al rostro de la persona de la cual nos enamoramos, de la cual, ante un altar juramos cuidarla, a la persona que un día dijimos querer con toda el alma.
En esta historia, lo más lastimados son siempre los hij@s porque sabemos que por una u otra razón, la violencia es mala, dañina, cruel. Pero por vergüenza la callamos y la mantenemos latente no solo por días, semanas, o a veces por años.
Un grito desesperado
Con el primer maltrato el sueño de hadas, se convierte en pesadilla, las amenazas, los insultos, los golpes, las violaciones se vuelven frecuentes.
La tristeza es la compañera habitual, la culpabilidad está en nuestra mente, la alegría se esconde, la sensualidad se indigna, la escapatoria se desvanece.
El tiempo marca su paso, el peldaño hacia lo profundo se presenta una y otra vez hasta que el oxigeno no llega más, te mueres en vida y consideras que todo lo que pasa es «normal».
Ya en lo profundo del abismo un ligero rayo de luz se ve, tus pies tocan fondo y la mirada de tus hij@s te revelan que no hay cabida para un golpe más , y desde lo más recóndito de tu corazón sale el último gemido de aliento con el rugir de una leona lastimada diciendo YA NO MÁS!!
Es despreciable ver que una persona maltrate a un animalito; es imperdonable ver o escuchar que un ser humano lastime a otro, contrariamente a lo que se juraron mutuo amor eterno .
Encontrar la salida
Me indigno saber que un hombre por celos, inseguridad, por no tener el control, maltrate a su novia, esposa, madre o hija. Es momento de reaccionar ante esto.
Es mejor un buen divorcio a un matrimonio perverso.
Las peleas siempre se evitan para no lastimar o salir lastimado, ¿porqué en el hogar es tan difícil la comunicación entre las parejas?
El diálogo sano, mirándose a los ojos es un buen sistema para razonar desde el yo profundo, sin mentiras, sin rencores aceptando los acuerdos, las decisiones y por supuesto las consecuencias de nuestros actos.
Dentro de esa charla encontrarán las mejores decisiones para cada uno en beneficio de los demás y por el bienestar de TODOS.
Qué necesidad existe en llegar a la agresión, a la ofensa, a la humillación, al rencor, a la discordia cuando en el pasado entre los dos había siempre muestras de afecto, cariño, devoción, interés por el otro de manera espontánea .
Porqué la ofensa hoy? , porqué el grito, el porrazo? cuando ayer solo eramos caricias, ternura y todo AMOR.
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