Elaborado por : Gaby Sánchez
Antecedente
Como todos los jueves en Conversando con Tu Veci(ndad) llegan temas interesantes .
He aquí una perla sobre la relación de familia con la autoestima que para much@s es ignorada, sin embargo, puede servir de ejemplo para reforzarla y consolidarla con respecto a nuestros hij@s y por qué no en cada un@ de nosotr@s,
¿Cómo está tu autoestima?
¿Cómo la mantienes? Cuando era adolescente me enseñaban sobre la autoestima en el colegio, y creía que la entendía.
Mientras fui creciendo cada vez era más difícil mantenerla porque iba madurando y teniendo experiencias que me la aplastaban cada vez más.
Por ejemplo, yo fui una adolescente, casi casi abandonada por mis padres; mi madre diagnosticada con esquizofrenia, encerrada en un hospital psiquiátrico y yo sin entender de qué le ocurría o de qué estaba enferma.
Mi padre se fue llevando de mejor manera con mi hermano ¿y yo?. Sola, acogida por mis abuelos, sólo me tenía a mí misma para consolarme y en algo debía explicarme que las personas que formaban mi núcleo familiar no es que no me quisieran, simplemente tuvieron que tomar rumbos diferentes de vida, separados de mí.
¿Cómo puedes quererte si sientes que nadie parece que te quisiera?
En mi soledad, en medio de una adolescencia complicada y luego con las experiencias de mujer casada con un esposo maltratador fui aprendiendo que no es necesario que alguien te exprese o manifieste su amor, la única persona que importa es una misma.
Sentir que te amas y ser tu primer gran amor.
Cuando surgió este tema en la rueda de Conversando con tu Veci(ndad), me trajo todos estos recuerdos al frente. Saber que otr@s han vivido experiencias similares no es que me traiga alegría. Pero sí me permite darme cuenta de cuánto he avanzado en mi propio caminar, de la forma como lo he superado. Lo comparto con la esperanza de que ayude a muchas personas que están pasando por algo parecido. Siempre con la consigna de tener una vida mejor. Y de sanarme yo al ayudar a sanar a los demás.