Elaborado por: Jaime Mejía P.
No se forman buenos marineros en aguas mansas, pero sí se forjan en las tempestades. El mar habla de perseverancia, de aprender a como luchar contra las olas o los vientos, aprender a como mantenerse firmes cuando estamos agotados o cansados; se aprende a como buscar la salida o la solución.
Esa fortaleza frente a las adversidades es el resultado del esfuerzo y la constancia frente a los problemas.
Sobreprotección
Muchas veces, no sabemos qué decirles a nuestros hijos cuando les pasa algo malo, porque no tiene sentido hablarles sobre lo que ellos ya han vivido. Pero, lo que hay que darse cuenta es que la vida puede ser bastante cruel y que depende de cada uno de ell@s la forma cómo quiere vivirla y desafiarla para lograr sus propios resultados.
La determinación es la base de todo. El esfuerzo es el trabajo. La entereza es la confianza en que uno puede hacer lo que tiene que hacer, con el tiempo y con los medios a su disposición.
Confianza
Si no tenemos esa fuerza interior que nos hace seguir adelante, nosotros mismos seremos nuestra mayor carga y talvez seremos un ancla para los que nos rodea.
El mar nos invita a ser héroes en los momentos difíciles. Nos invita a tener una visión positiva, a tener esperanza y a superar toda dificultad con firmeza y optimismo.
Seamos grandes marineros de nuestra vida, que vengan las tormentas que sean, que aquí estaremos preparados, para que nuestro barco siga hacia el destino propuesto, que continúe hacia un puerto seguro.
No nos rendiremos; la ruta esta marcada, la bitácora esta al día y solo nos queda por decir: Leven anclas e icen las velas, hacia un nuevo viaje, hacia un nuevo rumbo, que el horizonte sea nuestro límite.
Todos estos temas surgen de nuestro espacio Conversando con tu Veci(ndad), ruedas de diálogo de todos los jueves a las 17:30 (hora Ecuador) que las realizamos por via virtual por Zoom en el ID 278 275 0942 .
Esperamos que nos acompañen y son bienvenidos siempre.
