Elaborado por: Mayra Cuñez

“Crecer no significa nada para una madre. Un niño es un niño. Se hacen más grandes, más viejos, pero para ellas siguen siendo sus niños”. -Toni Morrison-
En la rueda
Cada semana los temas tratados en los círculos de diálogo del programa Conversando con tu Veci(ndad) brindan un espacio de reflexión ante temas cotidianos que permiten identificar y visibilizar asuntos que, por distintas situaciones han estado contenidos en el interior de cada persona, agobiando su realidad y lastimando su relación con sus seres queridos o con ell@s mism@s.
UNA COMUNICACIÓN INTERMEDIADA POR PANTALLAS Y MASCARILLAS
Es así como, en esta semana, se pudo conocer bajo la mirada de una madre, como ellas lidian el día a día con sus familias, teniendo en cuenta que actualmente el mundo entero se encuentra en peligro permanente por las nuevas variantes de COVID 19, que atacan no solo al cuerpo, sino que también han logrado afectar al ámbito social, económico, cultural de cada país y sobremanera de cada hogar, produciendo un desequilibrio emocional, afectivo en cada miembro de la familia.
Los cambios notorios ante esta nueva realidad son las nuevas modalidades de estudio, trabajo o pasatiempos vía online que permite el uso extralimitado de nuevas herramientas tecnológicas, así como el uso indefinido de las redes sociales y el desapego evidente ante una comunicación íntima y personal con individuos relacionados a un mismo núcleo, sobre todo influyendo en las nuevas generaciones quienes van a crecer separadas de una socialización normal e incluso sin contemplar completamente un rostro debido al uso de mascarillas actualmente y a la observación a través de pantallas.
Nuestros padres
Uno de los grupos que han sido invisibles ante esta situación pandémica de encierro y de angustia constante han sido las madres y padres responsables del equilibrio familiar ya que en ellos cae el peso por sobrellevar y dar a sus hijos una estabilidad emocional ante las crisis sanitarias que se dan derivadas por el COVID 19.
Para los hijos e hijas, sus padres son fuente de fortaleza, de paz, de sabiduría, Sin embargo, ellos también son humanos y tienen derecho a expresar su debilidad y la necesidad de ser escuchados, de ser comprendidos para seguir esforzándose en su rol familiar y luchar por mejorar la situación de sus circulo.
Los más jóvenes se estén adaptando a la nueva realidad, estudiando desde casa y lejos de sus amistades, lo cual les puede causar enojo y frustración, lo que a su vez se puede manifestar en casa al realizar travesuras o incluso siendo indiferentes a todas las eventualidades presentadas, cerrándose a aceptar la humanidad de sus padres, lo cual dificulta la comunicación familiar.
Saber expresar las emociones
Es natural sentirse frágil en momentos donde todo parece derrumbarse y es adecuado hablar con los hijos sobre y del respeto necesario y comprensión que se requiere para mantener una relación filial amorosa con los más pequeños, estableciendo reglas y enseñándoles a valorar el esfuerzo de sus padres para darles las cosas que tienen, la educación, y otras herramientas para que se desarrollen de forma integral. Las situaciones difíciles son una oportunidad para aprender juntos como familia.
Papá y mamá, también deben comprender las emociones de sus hijos en situaciones adversas y darles el soporte necesario para su seguridad emocional.
Dar
A continuación compartimos un fragmento de una canción, la cual contribuye a reflexionar en el intercambio humano, en lo que damos y lo que recibimos:
“Dar es dar
Y no fijarme en ella
Y su manera de actuar
Dar es dar
Y no decirle a nadie
Si quedarse o escapar”. – Fito Páez-
Fuentes:
Todos estos temas surgen de nuestro espacio de rueda de diálogo Conversando con tu Veci(ndad) que las hacemos por via virtual por Zoom en el ID 278 275 0942 .
Esperamos que nos acompañen