Por: Ma Fernanda Camacho

La participación de las mujeres en el campo laboral es un tema que aún tiene mucho por debatir y por cambiar.
El creer que la mujer tiene menos capacidades en comparación al hombre es lo que ha llevado a que exista, en pleno siglo XXI, desigualdad e injusticia en el ámbito profesional.
A nivel mundial, de acuerdo con ONU Mujeres, en el 2013 la relación entre hombres con empleo y población se ubicó en un 72,2%, mientras que esa relación entre las mujeres fue del 47,1%.
Asimismo, las mujeres ganan menos que los hombres; en la mayoría de los países, las mujeres en promedio ganan solo entre el 60 y el 75% del salario de los hombres. Esto sumado al hecho de que para las mujeres las probabilidades de trabajar en el sector del empleo formal son mucho menores que las de los varones.
Agregando a lo anterior, según datos del 2017 proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de participación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe superó por primera vez el 50%. Sin embargo, esta cifra aún se ubica por debajo de la de los hombres. En adición, el desempleo de las mujeres es mayor y la brecha salarial es del 15%.
Cifras Ecuador
En relación a Ecuador, acorde a cifras otorgadas en el 2020 por la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de empleo adecuado para las mujeres se ubicaba en 26,4% mientras que el 36,2% es para los hombres.
Además, el 8% de las 3,3 millones de mujeres que son parte de la población económicamente activa de Ecuador estaba en el desempleo. Lo que representa un aumento de dos puntos porcentuales frente al mismo al 2019. Así, en un año, 48.947 mujeres se quedaron sin empleo. La tasa de desempleo para los hombres era de 5,7%.
En cuanto al impacto de las mujeres ejecutivas en el mercado laboral ecuatoriano, Deloitte & Touche (empresa de servicios profesionales) realizó un estudio en 2019, en este participaron 94 empresas multinacionales y nacionales de diversas industrias que emplean a más de 40.500 personas y cuyas ventas sobrepasan los $4.900 millones.
Dentro de los resultados se halló que apenas un 9% de mujeres ocupa la posición de presidenta o Gerente General, mientras que la cifra de mujeres en la posición de vicepresidenta o de SubGerencia es del 7%.
Conclusión
Como conclusión, las cifras demuestran que el sentido de equidad todavía no está claro en la sociedad. Es necesario trabajar arduamente para generar cambios en la tasa de participación laboral de las mujeres. Es lamentable que en la actualidad aún se tenga que hablar sobre la inequidad que existe en el mundo.
Y por todo esto, hoy más que nunca, es fundamental entender que la mujer no es sinónimo de debilidad, es esencial que de una vez por todas se comprenda que las capacidades y habilidades no se rigen por un género. Es momento de que se entienda que tod@s somos seres humanos y nos merecemos los mismos derechos y oportunidades.