Elaborado por: Jaime Mejía P.
El jueves anterior en la rueda Conversando con la Veci del proyecto NO MÁS EN ECUADOR , salió un problema muy grande que nos aqueja desde el norte al sur de América, tiene que ver con la VIOLENCIA generalizada.
Países como México, Colombia, Honduras, Guatemala, El Salvador, Venezuela, están a la par en violencia como Afganistán, Siria e Irak.
Nos parece inaudito que la gente amable como la latina, vaya perdiendo ese calificativo y que nos ubiquen como los de mayor criminalidad en el mundo.
Continuando con la historia, hace mucho tiempo el pasar por una circunstancia de peligro era de asombrarse, ya que todos nos cuidábamos, la situación de trabajo era distinta, la economía era diferente, las necesidades eran otras.
En la actualidad
Hoy por hoy casos como robos de celular son comunes, asaltos en tiendas, a farmacias, a transeúntes vulnerables, asaltos para robar autos a pedido, robos a mano armada en las esquinas, todo es MUY COMÚN.
Pero, ¿qué es lo que hace común de todo lo anteriormente mencionado? que las personas involucradas, provienen mayormente de familias disfuncionales, pobres en economía y en principios, que lo fácil es más productivo que leer, estudiar, prepararse o trabajar esta última opción no es para ellos, es mejor consumir droga o alcohol para olvidar sus precariedades.
En consecuencia, dichos semejantes se vuelven violentos para satisfacer sus necesidades básicas de adicción.
Es raro saber que un ladrón lleva su botín para darle de comer a sus hijos o para llevarle algo a su esposa.
El conseguir todo en función de la fuerza, agresión o del atraco, es un «modus operandi» o un grito desesperado para que toda la sociedad regrese su mirada hacia este rincón.
Personas vulnerables se tornan en violentas por la escasez de oportunidades. ¿Qué oportunidad puede tener un niño cuando su padre al llegar ebrio lo golpea igual que a su madre?
¿Qué ejemplo puede ser para su casa, una persona que roba o mata?
Un niño ¿qué tipo de persona puede llegar a ser?, si queda en el abandono total y se cría con las leyes de la calle?
O peor aún cuando los padres enseñan a sus hijos este tipo de artimañas.
El miedo nos hace presas fáciles de los malhechores armados, siempre es preferible perder algo material a perder la vida
No miremos a un lado
Apreciemos la vida y demos gracias por no pasar por ningún tipo de peligro de esta naturaleza, pero veamos ese entorno que rodea al individuo que tenemos al frente, de pronto, un ser sin cultura, despreciado, sin ningún tipo de estímulo para ser mejor, sin afectos, muchas carencias en lo material y espiritual, y tal vez con atenuantes en su interior.
¿Existe una sociedad que brinde las oportunidades de educación, trabajo y motivaciones para que las personas se sientan incluidas que sepan que son parte fundamental de una comunidad, y que se sientan útiles?
No es culpa de nadie nacer en una familia con carencias, pero sí es TU CULPA no hacer nada para cambiarla.
#NoMásViolenciaenLatinoamérica #QueremosLaPaz #ConversandoConLaVeci #QuitoSinViolencia #NosQueremosASalvo
Post a comment