Elaborado por: Aylenn Minaya

«Sabes, Sancho, todas estas tormentas que nos ocurren son señales de que pronto el tiempo se calmará y que cosas buenas tienen que suceder; porque no es posible que el bien y el mal duren para siempre, y se sigue que, habiendo el mal durado mucho tiempo, el bien debe estar cerca…»
Miguel De Cervantes
Desempleo y el trabajo informal
La falta de trabajo se ha vuelto una pesadilla para muchas familias y personas. Al encontrarnos en esta situación actual de COVID-19 se ha tenido que vivir distintas realidades, pero hay una que enlaza a varias familias y lo convierte en un problema social y también global. Estamos hablando del desempleo.
Ubicándonos en la situación actual que se vive en el Ecuador, es desesperante tener que ver a muchas familias que se han quedado sin trabajo a causa del confinamiento producto del coronavirus. Varias empresas no tuvieron la fortaleza económica para sostenerse y quebraron, otras tuvieron que hacer recortes de personal y otras simplemente se vieron en la necesidad de cerrar sus puertas. Causando que miles de ecuatorianos se vean afectados por este suceso.
A causa de este hecho, diversas personas se vieron en la obligación de empezar a trabajar ”informalmente”o incluso a emprender en nuevas actividades que anteriormente no las realizaban.
Muchas familias se dedicaron a vender comida, artículos de belleza, artefactos de limpieza, mascarillas, entre otros productos.
Redes y estrategias
Sin embargo, no todos han corrido con la misma fortuna de triunfar y tener un golpe de suerte con sus emprendimientos. Algunos han podido dar a conocer sus productos gracias a la tecnología y las nuevas estrategias en redes sociales, ya que cuentan con los aparatos electrónicos y conocimientos necesarios para hacerlos.
Pero, por otro lado, también están las otras personas que lastimosamente no han podido triunfar y abastecer a la familia con estos pequeñas iniciativas de negocio. Puesto que, en varias situaciones estos individuos no cuentan con artefactos electrónicos inteligentes y los conocimientos informáticos requeridos para publicitar sus servicios y productos a través del Internet.
El trabajo informal
Es por esta razón que, por parecer una forma fácil, optan por salir a las calles a vender productos de puerta en puerta. Habrá días buenos y días malos como todos, pero las personas que se dedican al trabajo informal, son las más afectadas puesto que viven del día a día. Y si en todo el día no lograron vender nada, lastimosamente su familia no tendrá qué comer.
En nuestra Rueda
Esta situación es muy agobiante y desesperante, si para los ecuatorianos lo es, imagínense lo que es para las personas migrantes.
Como lo es el caso de Martha (nombre protegido). El pasado jueves en nuestra rueda semanal de ‘Conversando con tu veci(ndad)’ de todos los jueves, nos encontramos que más que una historia es una situación real y compleja que viven muchos migrantes en nuestra ciudad y en el Ecuador.
Martha, comentó que se sentía tensionada y estresada porque no ha podido vender nada en toda la semana. Y esto le ha provocado un gran estrés porque no sabe de dónde va a obtener el dinero que tanto le hace falta para pagar las deudas que la atormentan.
-No tengo para pagar el arriendo, la comida, y los servicios básicos, esta semana todo se ha venido al suelo.
Si tengo que hacerlo, ¡lo haré!
Algunas amistades de Martha al ver que su situación estaba compleja, le dijeron que comience a realizar otras actividades, como limpiar casas. Lo cual, lo hizo y le fue un poco mejor. Pero, luego comenzó a decaer y luego ya no se convirtió en una fuente de trabajo.
La situación en la que se encuentran es tan desesperante que ahora incluso le ha tocado poner a su hija a vender tabacos. Y Martha por otro lado, también volvió a las calles a ofrecer sus productos incansablemente, con la esperanza y convicción de que el siguiente día va a ser mejor.
Su nivel de energía ha bajado considerablemente, pero menciona que trata de no derrumbarse, pese a que la situación que vive no ayuda mucho. Pero siempre busca alternativas para no dejarse caer y vencer. Ahora, menciona que aprovecha todas las oportunidades que se le presentan y que no se puede dar el lujo de decir qué no.
-Si tengo que cocinar, cocino; si tengo que lavar, lavo; si tengo que planchar, plancho; si tengo que limpiar, limpio…
Empatía, colaboración y perseverancia
Por esa razón es importante e impredecible que como seres humanos, nos ayudemos entre nosotros mismos. Colaborar con las personas que se encuentran por fuera en situaciones complejas. Ser empáticos con el resto y ponernos en su lugar. Como dice el refrán: Hoy por ti, mañana por mi.
Y para las personas que se encuentran en una posición no muy favorable, no duden en pensar en nuevas estrategias. No le teman al fracaso, hay veces que se debe tocar fondo para poder salir de él y persistir en alcanzar sus sueños.
En estos casos la innovación también es crucial, no tener miedo a los cambios. Recordemos que los cambios siempre serán buenos en nuestras vidas. No teman a dar ese otro paso, que seguramente será el que mostrará una luz al final del túnel.
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